
¿Y soy hombre
o soy persona?,
aunque en realidad no sé lo que soy
puede que sea algo de todo un poco,
mis venas son cañerías recién desatascadas por tanta mierda acumulada,
mis arterias son avenidas que cruzan fibras y músculos,
mi poco pelo, escaso, sigue en su estado inicial,
mi mandíbula es poderosa y desmesuradamente retráctil,
mis dientes son de acero galvanizado,
mi piel es de cocodrilo,
mis manos son garfios perfectamente insertados,
mis pulmones, antes negros y sucios,
ahora lucen claros y transparentes,
mis ojos...
mis ojos siguen siendo verdes,
quizá de un verde un poco más desgastado y pálido,
mientras que mis ojeras cuelgan como nidos de golondrinas de una cornisa,
mis cicatrices me siguen doliendo, pero menos,
mis recuerdos se cuelan por cualquier resquicio,
y mis penas...y mis penas,
¿qué puedo decir de mis penas?
que existieron,
que estuvieron,
que acamparon dentro de mi,
pero tengo que decir
que llegó un día
en donde les tuve que enseñar la puerta de salida
y desde aquellas,
no recuerdo su nombre.
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