Hay quién agrede porque sí
o porque le sale de esa parte tan íntima
y de la que ahora no recuerdo su nombre
o porque le enseñaron a defenderse como leones enjaulados
dentro de un circo de maltratadores
o porque un día se les apareció la virgen
y entonces,
decidieron agredirnos a todas las personas de a pie.
Somos carne de cañón
y nos duele la carne
y algún que otro trozo de nuestro ser,
por ejemplo, el sentido.
A mi a veces,
también me duele el alma
y la duramadre,
mis meninges se inflaman
y me obstruyen el alma...
entonces,
mis sentimientos no pueden circular
y me quedo en una especie de estado vegetativo
y tal y como ahora estoy.

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