VAMOS A VER...


Vamos a ver y lo vamos a ver bien y a fondo o por lo menos yo me voy a desfogar...

Vamos a ver... (volvemos arrancar). A los agitadores de la bandera anti mascarilla que además, se les va la vida en ello, les quiero yo dedicar unas cuantas palabras.

Bien, ahí les has dado, no has dicho nada (de momento)...pero ahí le has dado.

Ellos siguen haciendo prensa del tema y juntan gobierno de izquierdas con habas pseudo libertarias y mascarillas made in china con chocolate negro belga chorizado del congo y al final sale un rebujado con sabor a fresa con nata y así de paso, se le cuela en la fiesta una de Vox, que iba camuflada de libre pensadora (consigna: la culpa de todo es del gobierno, que es social comunista...). ¿No creéis que existe el puto bicho de los cojones?....pues allá vosotros...cada uno es muy libre...salvo cuando hay peligro de contagio. Pediros ir a una isla en medio del océano y vais a la playa todos juntitos y claro está, sin mascarilla. O bueno si creéis que existe el bicho, pero no creéis que sea tan malo y perverso y entonces para qué tomar medidas preventivas y demás tonterías. 

No lo creéis porque no estáis en Madrid o en Barcelona y en donde los viejos y algunos no tan viejos, murieron en manada y en forma cuando menos que patética e inhumana. Claro que para pasear me molesta la mascarilla (diría uno de ellos)...pues te jodes y porque nadie te está pidiendo que te destroces los ojos a machetazos o que te arranques el corazón con las manos o que te agaches a por la pastilla de jabón. Una simple mascarilla, es todo lo que hay que pedirle a ustedes. Pero no, usted sigue obcecado...es demasiado molesta, me irrita la piel de la cara, me hace cosquillas, me mareo con ella (lo que no queda claro es si usted ya no se mareaba antes, antes de tener que usar la mascarilla). Ustedes son flores delicadas pero no son solidarios.

Porque vamos a ver, o usted es demasiado delicado o delicada o el cerebro con la pandemia se le quedó reducido y en el TAC tiene forma y tamaño de guisante. Que bonito es vivir al margen de los problemas y el no enfrentarse a ellos. ¡Joder! con la que nos vas a caer próximamente y ya hablaremos cuando éste país se vaya a la mierda. Pero no, prolonguemos más la larga agonía que estamos viviendo. Sigamos transmitiendo y contagiando. Y alguno de ustedes dirá, en los espacios abiertos la mascarilla no hace nada. Y yo lo que les digo es que si unos sí y otros no y según si llueve o no llueve o si sopla viento sesgado o de levante...pues que así, no. Ya nos pasó con lo de los guiris, que se dejó de hacer controles y demás historias que ya conocemos todos y al final, se acabó la temporada de verano o casi y nosotros nos hemos quedado con el bicho a cuestas. Y vuelta a empezar de nuevo. Hay una cosa que se llama solidaridad y esa es la que debíamos tener con todos nuestros viejos (con los pocos que van quedando).

Yo estoy convencido que muchas cosas de los que hoy en día hacemos, se pueden mejorar. Y otra cosa más, el gobierno ha metido la pata en un buen montón de cosas, pero en el tema mascarillas me parece que no y hasta hay veces que me pareció demasiado blandito con tanto tonto que anda suelto. Estoy tan harto y tan aburrido de éste tema que me entran naúseas y arcadas al pensar en ello (y no son a causa del uso de la mascarilla. Ahora estoy en mi casa y no llevo mascarilla). Es el puto tema de marras de los pobrecitos que son los señores y señoras que se sienten obligados al uso de la mascarilla. De verdad que cuando lo pienso de noche, no puedo dejar de llorar.

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JULIO CORTÁZAR