RELLENAR EL VACÍO...

 


Rellenar el vacío en que me has dejado

es tarea ardua y complicada

es desandar lo andado,

es desatracar un barco encallado,

es decir sí y aunque estés con el agua al cuello,

es volver a decir sí

porque has aprendido a no decir no,

es dejar que el tiempo todo lo borre,

paciencia...pone a lo lejos,

y días tras día lo vas consiguiendo

pero siempre aparece un día desobediente

un día que se enrosca a tu cabeza como una serpiente

y entonces aparecen las dudas

y pudo ser de otra manera y bla, bla, blá...

Al final,

pasa ese día y pasó la romería

y de nuevo,

te vuelves a sumergir en tus caóticas historias del día a día.

Nada...

que no hay nada que no pueda ser superado.

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JULIO CORTÁZAR