Hay un niño que se esconde dentro de mi nariz,
todo crece y todo tiene que crecer,
y todo crece menos mi niño y mi nariz.
Hay tanta infancia sin comprender,
que jamás podré olvidar lo que un día fue.
Vivo de sueños,
pero no de sueños rotos
en mi infancia soñaba de cuerpo entero
y ahora sueño que mi cuerpo es de otro,
ahora soy de mantener mis pequeñas aspiraciones
y que nadie me las toque
y antes, era de crear olas gigantes...
ahora voy vestido de humildad
y antes me disfrazaba
de vendedor ambulante.
Ahora no vendo
pero tampoco compro
y en tal caso regalo lo que puedo,
soy espléndido y de ángulo abierto,
te ofrezco y te doy lo que puedo,
un beso, una caricia
una flor, una planta
un yo te quiero
y todo acompañado de la mejor de mis sonrisas.

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