Ahora mismo
no recuerdo nada de ti,
bueno...
recuerdo el color de tu pelo y punto,
del resto hice papel de fumar
y me lo he fumado todo y con un poco de marihuana
y hasta que la tos no me dejó en paz.
No recuerdo el color de tus ojos,
ni si el arco iris se posaba detrás de tu cuerpo
y podía ser el viento el que me acariciaba
y me dijera te quiero con tus labios,
podía ser un bonito sueño de una noche de verano,
podía ser un cuento muy bien contado,
podía ser una adivinanza
y ahora te quiero
y ahora no te quiero
y dependiendo de donde soplara la brisa marina...
podía ser tantas cosas
que todas juntas me aturden mi destrozado cerebro
y al final,
siempre nos quedamos
yo y mi fiel compañero
yo y mi conciencia de perro rabioso,
yo resurgiendo del fuego enemigo
y apagando rescoldos y pisando cenizas
y es que al final,
el tiempo todo lo apaga
y si el tiempo no lo hace
lo haré yo.
Y así lo hice...

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