Nuestro primer paisaje fue el monte
aunque por ese entonces no lo llamábamos así.
Paisajes eran otras cosas
postales coloridas, paseos de gente feliz.
Si tuviera que dibujar al monte
empezaría contando por su boca
diría:
la boca del monte
tiene dientes
como espinas,
se alimenta de pedazos de piel
gotas de sangre
escozor.
No diría: alguien pasea por el monte.
Diría:
alguien es alcanzado por el hambre.

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