Mi corazón herido sangra,
y el viento lo atraviesa por sus agujeros de bala de plata,
y cuando el corazón muere y aunque sea un trozo de infarto,
algo se muere dentro de mi.
Yo sólo pido
que se abran las arterias del cielo,
y que el apocalipsis final que corre por mis venas
se ordene por ósmosis inversa o por orden del caos,
y que pueda salir el sol por el monte de venus
y así calentar mi hipotálamo.
Hoy tengo frío y no sé como decirlo,
si decir simplemente tengo frío y al mismo tiempo,
acordarme de ti,
o si tengo que olvidarme del frío que supura dentro de mis
entrañas
y ponerme a pensar que todo se desvanece...
más allá del mar...

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