ACERCA DE LA EXISTENCIA ESENCIAL
El caballo montó a la yegua lenta y precisamente
y después paró.
Le molestaba profundamente una hebra de paja.
Lo distraía profundamente el triste juguete
dado vuelta en el árbol.
Lo desconcentraba profundamente media nube
por el rabillo húmedo del ojo.
Y después siguió.
Nada se les olvida a los amantes
excepto quiénes son
Mary Ruefle

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