Leo libros sin mucha historia que contar,
veo árboles frutales que aún no tienen fruto por dar,
veo vidas vacías que se quedaron sin aire y sin más,
leo versos a la luz de la luna
que me dejan sabor a paz.
Siento miedos que no puedo entender,
ni interpretar,
hablo muchas veces sólo (demasiadas)
y sus ecos son como golpes de pistón.
Tengo ganas de comerme la vida
y bueno y como gato que ahora, soy,
necesitaría sus 7 vidas
y alguna más de propina,
yo en realidad necesitaría el todo y un poco más.
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