Vivo instalado en el techo de mi habitación,
habito una mezquina esquina con telarañas,
aunque yo no soy araña
(ya quisiera yo).
Tengo todas las vistas a la habitación
y veo que abajo el mundo funciona de esa manera
y cuando veo y observo como funciona,
acabo por hacerme una cueva en un agujero del techo
y allí me pongo a pensar
que ese mundo no está hecho para mí.

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