Hoy...
en ese estado permanente de alarma en el que vivimos,
los gallos han decidido dejar de cantar,
los gatos han dejado de maullar a la luz de la luna
los perros fueron secuestrados por extraterrestres mal avenidos.
Mientras los seres humanos...
vivimos sin tener contacto entre unos y otros,
ni besos, ni abrazos,
ni roces, ni toses,
siempre manteniendo la distancia de seguridad,
hablando a metro y medio o a dos metros,
desnudándonos como tendones que se descosen,
y comunicándonos por haces de fibra óptica
y a mucha más velocidad que la del sonido.
Hoy en realidad...
estamos en estado de alarma continuo
y yo soy un tornillo más de su engranaje de relojería,
soy la rueda que gira alrededor de mi vida,
soy la parte que se complementa con otras partes del todo.
Y saldremos de ésta...
si sabemos juntar las distintas partes
y así resolver el puzle en que nos hemos convertido.

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