Yo sitúo mi vida,
sobre una línea de flotación bastante indefinida.
Es verdad que he sobrevivido
y malvivido en las alcantarillas del miedo.
Es verdad que he sufrido
hasta casi volverme loco.
Pero también es verdad
que he vivido hasta los topes
que he tenido instantes y momentos alucinantes.
Y vamos a ver...
que el sufrimiento no es exclusivo de nadie
y en mayor o menor grado
todos hemos sufrido como perros callejeros.
¿Y quién se acuerda de todos los momentos felices?
y todos pueden ser algunos
y algunos lo pueden cubrir casi todo.
Yo me acuerdo muchas veces,
son mis flotadores vitales
y el recuerdo de un instante de felicidad
me recarga para varios días
o para varios meses
incluso...para varios años y más.

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