MI PRIMER POEMA DESDE LA CONDENA


Hoy tenemos ante nosotros

 un juicio a las palabras

y yo me presento en representación de ellas.


Preside el honorable juez

palabras mayores.


Entre el público que abarrota la sala

se encuentran los verbos, adverbios y sus circunstancias

especialmente especiales

que a veces, las hacen ser horripilantes y un poco mezquinas.


El abogado defensor argumenta

que el acusado tiene todo el derecho a escribir

las palabras que le de la gana

y a ser un verbo suelto y libre.


Mientras el fiscal

pide años de condena

y reclama una indemnización cuantiosa

por daños colaterales.


El acusado y toda la sala se ponen en pie

y en ese mismo momento...comienza el juicio.


La prensa siempre perversa y canalla

saca brillo a todo desatino,

ofensa, insulto, ataque y punto flaco,

después lo vende como lo venden ellos,

exagerado, medio inventado,

escabroso y mal intencionado

y hurgando en lo peor que tenemos los humanos,

que no es poco

pero para os hagáis una idea de como esto funciona,

multiplicar por cien o por doscientos la realidad

y entonces tendremos un artículo periodístico sine qua non

y en toda regla.


Un mes después el jurado emite sentencia,

el condenado será absuelto

pero se le multa a pagar en poemas

se le piden 5.000 poemas escritos con buena letra

y con las mejores intenciones.


Y éste es mi primer poema desde la condena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR