Pensé que la mayor de mis herejías
iba ser cagarme en ti
y después, quedarme tan contento.
Que desengaño
y porque me cagué en ti
pero no me quedé nada contento.
¿Cuántas veces me he cagado en el fondo de tu alma?
¿infinidad de veces?.
Va a ser que sí
infinitas veces,
y algunas más que ahora prefiero recordar.
Desengañado,
sabor amargo y ácido en mis papilas gustativas,
frustración...
pena inmensa
y como una gran montaña
de rocas que casi toca el cielo.
Pero no pudo ser.
Y lo poco que ha quedado
huele a quemado y a chamuscado.
La gran montaña no tocó cielo
y en cambio bajo ella,
se fisuró la tierra y mi alma se fue con ella.

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