Casi todo es un acto banal.
El peso de la nada puede con casi todo.
El viento y el aire traen nuevas noticias
pero a nosotros solo nos importa
si esos vientos traen malos augurios.
No importa la densidad de un pensamiento,
importa su última capa
y en que lugar
y con quién estaba
y cuando fue dada.
A mi
la noche me importa
y me importa mucho,
quizá, me importa demasiado
y la luna, para que contaros.
El viento me emociona
y la brisa me produce risa.

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