La calle hoy
parece la antesala de la morgue.
Se aglomeran para pedir turno y número
y así poder picar billete al otro lado
de una vez por todas
y cuanto antes, mejor...
Como si tuvieran prisa para ser el primero,
como si el más listo no fuera el último de la fila.
Que pasen delante,
que se adelanten,
que no sufran por ello,
que pasen
yo les cedo el sitio
y hasta les concedo un premio:
pondré vuestro nombre
en la pálida lápida de mármol.

No hay comentarios:
Publicar un comentario