A veces
me cuesta masticar los cristales de la ansiedad
y al final,
me entran unas ganas infinitas de vomitar.
A veces
creo que respiro por los poros
y sin más...empiezo a sudar.
A veces
me equivoco y me lo reprocho
y me quedo...
y me quedo como un barco tocado
y a punto de naufragar.

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