Mi misión principal
es parar el reloj que a veces
me atormenta.
Tic tac y tac tic...
y en una secuencia animal e imperdonable
y así,
hasta que el vértigo se apodera de mi,
y hasta que vomito todos los años pasados
en los que de alguna manera, no fui feliz.
Que tampoco fueron tantos
y que tampoco fueron de tanta intensidad,
pero es que hay en mi,
un poco de victimismo
y otro poco de espejo roto.

No hay comentarios:
Publicar un comentario