Resulta difícil de tocar
lo que nunca fue tocado pero sí imaginado.
Imaginado cientos y miles de veces
y con millones de dedos al mismo tiempo.
Hay días que antes de ir a dormir
bostezas
y porque has entendido muy poco
de lo que te rodea...
y te haces el sordo y el ciego
y sólo bostezas y porque vas de vacío.
Hay otros días
en los que nunca te dormirías
donde dormir sería una especie de desperdicio,
y donde el vivir emite latidos y ladridos,
son días en que todo te hierve,
todo te come
y todo te lo comes...
y hasta te tragas el hueso.

No hay comentarios:
Publicar un comentario