¡VIVIR!



 Casi todo lo que yo sé,

lo sé por sangre propia

y por supuesto,

porque la vida me ha ayudado.


De todo se aprende,

hasta en el infierno,

 se aprende.

De los golpes más bajos, 

se aprende.

De como te apuñalaron por la espalda

 de ahí,

 es de donde más he aprendido 

y os puedo asegurar que después 

no vuelves a dar la espalda a nadie.


Quién no aprende

es porque nació monocorde de ideas

y su único objetivo en la vida

es cumplir con su idea fija inamovible.


Nacer para vencer,

se dicen...

Nacer para ser alguien

y por encima de todos

se vuelven a decir...


Y yo sólo digo...

Nacer para después morir,

y lo que queda en el medio

es lo realmente importante

y a eso se le llama

¡vivir!

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JULIO CORTÁZAR