Hay días
en que tengo esa capacidad de observar hasta el más mínimo detalle
y veo como esa flor está saliendo y como va creciendo
y como la otra se desintegra con un soplo de viento sin más...
Y entonces pienso en mi ciclo vital:
he nacido,
he gateado,
he crecido,
he vivido como una bestia parda
y he soñado con un mundo mucho mejor
y ahora y en consecuencia
toca seguir viviendo en una marcha más lenta
y más delicada...
cada paso me va a costar más
pero cada beso dado será menos fugaz
y cada abrazo será como tumbarse en la hierba
a contemplar el cielo.

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