Si yo fuera tú,
no sería yo,
seríamos tú y yo,
y a la vez, seríamos dos,
un trozo de ti y un trozo de mi,
un trozo de tu alma divina
y un trozo de mi alma inmunda.
Seríamos las dos caras de la misma moneda
y dentro del mismo y único cuerpo.
Mis ojos que son ciegos
mirarían la luz de nuevo.
Mis dedos que son insensibles
se cubrirían de sensores y receptores.
Mi espíritu junto a tu esencia
serían como dos faros iluminados
en el borde de un acantilado.

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