soy tan efímero como un suspiro.

 


Visto así

soy tan efímero como un suspiro.


Un día estuve allí,

otro día me cambié de lugar y sitio

e hice nido en una rama de árbol

y crié a mis polluelos

y los vi crecer tanto

que ahora me dan sombra.


Vamos a ver,

uno viene al mundo

para ser alguien y algo

y a medida que pasan los años,

el alguien se queda en lo que se puede

y el algo en lo que simplemente sea posible

y sobre todo acabas por pedir

que te dejen vivir en paz y armonía

y hasta que la muerte te venga a buscar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR