La verdad es que...
es que no sé que escribir.
Hay días de paja
en los que escribir
es como mirar al Everest
y pensar
¿no será mejor
que lo suba otro?.
Yo me rindo antes de salir,
no pongo condiciones a mi rendición,
y si hace falta me declaro
cobarde y cagado y miedica,
pero yo
no me muevo del campamento base.
Que suban todos esos aventureros de medio pelo
que tienen esa necesidad de poder decir
he subido a la cumbre del mundo,
pero claro, se olvidan
del mogollón que han pagado por ello.
Yo si fuera un serpa
primero, les cobraba como toca y más
segundo, los subiría a toda hostia
y para se fueran asfixiando un poco más
y tercero y ya en la cima
les preguntaría:
¿Queréis llegar abajo?
pues de uno en uno
ir firmando éste cheque en blanco.

No hay comentarios:
Publicar un comentario