Las personas que me acompañan en mis peores noches
tienen cara oscura en las noches sin luna
y ojeras que le cuelgan desde cielo de mi techo
hasta el cielo de su boca.
No me considero el rey de nada
pero tampoco soy plebeyo y esclavo de nadie,
mi vida tiene un sentido
¡vivir!
y un contrasentido
amar hasta los dientes
y desamar
lo que antes tanto había querido.
Por tanto...concluyamos...
nada es eterno
y nada es perfecto y sin más
y cuando digas
¡te quiero!
no añadas
que no vas a querer a nadie más.
Ojalá
pudiéramos querer tanto
como lo que alcanza nuestra vista
Ojalá
fuéramos monstruos de amor
y que nuca pasáramos hambre.

No hay comentarios:
Publicar un comentario