O eso es lo que quiero...
Quiero escapar y desaparecer.
Quiero esconderme bajo un remanso de paz infinita
y jugar al escondite con la soledad
o jugar a la gallina ciega con la realidad.
Quiero ocultarme en el ojo de tu ombligo
y allí acurrucarme como si fuera un feto,
y no tener que escuchar nada,
sólo oír los remolinos de tus tripas,
y los suaves balanceos de tus caderas.

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