Yo soy amante de la sin razón,
por eso y no solo por eso...
me enamoré de ti.
Como sino te pude querer a contracorriente,
contra todo, contra mi mundo, contra tu mundo,
contra todo el mundo,
en el silencio espeso de la madrugada,
en el silencio espeso de la madrugada,
paseando a hurtadillas entre las sombras más tenebrosas,
tocándonos en el aire de la osadía,
soñando lo no imaginable,
hablando pero sin poder decir una palabra,
queriendo estar y en realidad, no estar...
hablando pero sin poder decir una palabra,
queriendo estar y en realidad, no estar...
No sé...
me había acostumbrado a vivir en el deseo
y sin verte, sin tocarte, sin tenerte,
siempre deseando estar en otro lugar,
lejos... muy lejos...tan lejos...
y sin verte, sin tocarte, sin tenerte,
siempre deseando estar en otro lugar,
lejos... muy lejos...tan lejos...
No sé...
me había acostumbrado a recorrer mentalmente tu cuerpo,
a coger tu mano, a pellizcar tus deseos,
a esconderme en cada rincón de tu piel,
a cobijarme en la profundidad de tus grutas,
y a querer sin devolver.
a coger tu mano, a pellizcar tus deseos,
a esconderme en cada rincón de tu piel,
a cobijarme en la profundidad de tus grutas,
y a querer sin devolver.
No sé...
me había acostumbrado al amor en lejanía.

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