No es país para viejos
el mío, mi país, no lo es,
el mío está pasado de años y de historia
al mío,
el mío está pasado de años y de historia
al mío,
se le caen los años como peras maduras que caen del árbol viejo,
está tan viejo el pobre
está tan viejo el pobre
que ni siquiera tiene dientes
y respira muy mal
respira a suspiros y a estertores agónicos.
Mi país es de patrias
y patrias por aquí y patrias por allá
y más patrias por el más allá,
mi país es de himnos y de exaltaciones,
es de romperse camisas
y de desabrochar los ánimos más exaltados,
mi país es de desfilar ante momias disecadas al sol
y a ritmo de un himno militar que suena a pacotilla de feria.
mi país es de desfilar ante momias disecadas al sol
y a ritmo de un himno militar que suena a pacotilla de feria.
(Con perdón... como todos los himnos militares).
Mi país es de ruido de sables y botas
y al fondo, se oye una corneta sonar
y es que los colores de las banderas en los desfiles,
enardecen sus venas tan patrióticas,
mi país es patria que está de rebajas,
y es que los colores de las banderas en los desfiles,
enardecen sus venas tan patrióticas,
mi país es patria que está de rebajas,
además, está de oferta,
se vende al mejor postor,
y se regala a la gran masa ciega y entusiasta
se vende al mejor postor,
y se regala a la gran masa ciega y entusiasta
que le sigue por detrás.
El amor al terruño no tiene límites,
y algunos presumen de ser ciudadanos del mundo,
pero en realidad,
no ven más allá de su frontera,
les encantan las fronteras y el sentirse superior a algo,
les encantan las fronteras y el sentirse superior a algo,
generalmente, a lo que sea.
Pero me temo que al final será verdad,
que pase lo que pase
siempre ganan y ganarán los egos...
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