Claro que nadie contestará mis protestas y nadie me dirá nada y todos seguiremos corriendo y con las mejores y más caras zapatillas del mercado y eso sí y que vaya por adelantado, yo les pido perdón a casi todos los corredores del mundo y también les pido perdón por no decirles peores cosas. Porque lo mío es la eficacia del pensamiento y lo vuestro (mis queridos corredores), es dar un paso tras otro y porque detrás de un fin siempre hay otro fin y vuestra meta está cada vez más lejos y eso requiere renovados esfuerzos y además, ánimo y porque sin vosotros, el mundo perdería el objetivo y en sentido del tener que correr y del estar siempre corriendo. Y lo siento por vosotros, lo siento por vuestra eficacia y siento que vuestro cuerpo esculpido a base de esforzados sudores, que sea la quimera principal en nuestros tiempos tan penosos y mediocres. Y lo siento, pero lo mío es la barriga cervecera y aunque no beba cerveza, pero ante tanto desvarío yo soy uno más entre los pocos que somos como nos parieron y después, nos esculpieron.
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