DE TANTO REMAR SOLO

 


De tanto remar solo,
mis manos están cubiertas de callos
y hasta mis deseos se han vuelto coriáceos, ásperos y duros
parecen quimeras, pero no lo son,
son falsas quimeras de papel cartón,
un día me dicen...todo esto es tuyo
y otro día...nada de lo que ves es real,
en realidad son bipolares,
un día te quiero
y otro día, te he dejado de querer...
Pues seguiremos remando
y que remedio nos queda...
y si remamos a contracorriente
y viento en contra
estoy seguro...de que todo nos irá mejor.

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JULIO CORTÁZAR