Yo no soy de respirar siempre paz,
vamos...procuro estar en paz,
pero demasiada paz me inquieta y me incomoda,
y es que para arrancar mis motores vitales,
necesito un poco de guerra...
esa misma sangre estimula mis neuronas,
y al mismo tiempo me obliga a pedir tiempos de paz,
no quiero ríos de sangre,
ni padecer de sed vengativa,
ni convertirme en una cortina de odio,
ni ser una bola de fuego de resentimiento.
Yo pido paz
y de vez en cuando...
pido un poco de guerra.

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