Pues hay cosas que no siempre te avisan pero también es verdad que hay veces que por mucho que te envíen signos y síntomas de su puta existencia, tú te vas a dar por "no enterado". Yo tuve una perra preciosa (ahora no, ahora estoy saturado de perros), era una hermosa Cocker y además, era una especialista en hacerse la invisible y le decía: "no te metas en el coche" y al mínimo descuido por mi parte, ella se metía igual, puescuando la veía a ella, lógicamente le reñía y ella sin hacerme ni puñetero caso y con cara de haba miraba para otro lado y como si la cosa no fuera con ella. En resumen: ¡se hacía la invisible!. Pues a veces es eso lo que a mi me pasa y tengo la puta evidencia delante de mis narices y bueno, me hago el ovni y no me entero. Después vienen las quejas y los lloros y que pena porque si llego a saberlo...
Todo nos mentimos y nos mentimos bastante, bastante de todo: nos mentimos en cantidad, en cualidad, en los mejores momentos, en los peores momentos, por la mañana y nada más despertar, al mediodía, a media tarde y al anochecer ya ni te cuento....porque las mentiras se multiplican por si solas y si empiezas el día con una, te acostarás con cien más. Y lo que siempre se dice: que llegado un momento no sabrás cual fue la mentira inicial. Y eso se nota, porque como decirlo, tú cara será de perplejidad y tus palabras saldrán balbuceantes e inseguras.
Mirar, yo fui adicto a la mentira, mentía más que hablaba o respiraba y me pasaba eso, que llegado un momento no sabía lo que era verdad o lo que era mentira y todo empezó un día y con una pequeñísima mentira y que poco a poco se fue agrandando y hasta que otro día todo estallaba en miles o millones de pequeñas mentiras y entonces todo empezaba de nuevo y me cogía un trocito de mentira (de las estalladas) y empezaba a fabricar otras medianas y grandes mentiras, claro que siempre había un momento en donde me temblaba el pensamiento y yo era el primer sorprendido por no saber si lo que decía era verdad o era mentira.
Todo nos mentimos y nos mentimos bastante, bastante de todo: nos mentimos en cantidad, en cualidad, en los mejores momentos, en los peores momentos, por la mañana y nada más despertar, al mediodía, a media tarde y al anochecer ya ni te cuento....porque las mentiras se multiplican por si solas y si empiezas el día con una, te acostarás con cien más. Y lo que siempre se dice: que llegado un momento no sabrás cual fue la mentira inicial. Y eso se nota, porque como decirlo, tú cara será de perplejidad y tus palabras saldrán balbuceantes e inseguras.
Mirar, yo fui adicto a la mentira, mentía más que hablaba o respiraba y me pasaba eso, que llegado un momento no sabía lo que era verdad o lo que era mentira y todo empezó un día y con una pequeñísima mentira y que poco a poco se fue agrandando y hasta que otro día todo estallaba en miles o millones de pequeñas mentiras y entonces todo empezaba de nuevo y me cogía un trocito de mentira (de las estalladas) y empezaba a fabricar otras medianas y grandes mentiras, claro que siempre había un momento en donde me temblaba el pensamiento y yo era el primer sorprendido por no saber si lo que decía era verdad o era mentira.

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