Aunque tú lo sepas,
y aunque tú lo sepas...
y aunque tú lo sepas...
¡yo te lo voy a decir!:
puede que desde aquél día
y en aquella playa que tiene nombre
puede que desde aquél día
y en aquella playa que tiene nombre
pero que yo he preferido olvidar,
me haya cambiado la vida,
y lo que era de oro y plata
se convirtió en espigas de trigo doradas y brillantes
y el viento, el sol y los amaneceres
me haya cambiado la vida,
y lo que era de oro y plata
se convirtió en espigas de trigo doradas y brillantes
y el viento, el sol y los amaneceres
se tiñeron de vida por todas sus esquinas
y todo se puso a latir
y a mi alrededor, todo latió,
y cuando tú te clavaste en mi retina
hasta mis ojos temblaron de amor
y ciego de mí
y cuando tú te clavaste en mi retina
hasta mis ojos temblaron de amor
y ciego de mí
te ví como lo que eres,
te ví como un trozo regalado
que yo no reconocía como mío
que no tenía cuerpo
y solo tu alma se coló por mi nervio óptico
y así llegó hasta mis profundidades más oscuras,
y es allí y justo allí...
donde tuve el placer de rendirme a tus pies.
te ví como un trozo regalado
que yo no reconocía como mío
que no tenía cuerpo
y solo tu alma se coló por mi nervio óptico
y así llegó hasta mis profundidades más oscuras,
y es allí y justo allí...
donde tuve el placer de rendirme a tus pies.

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