La reflexión de hoy va sobre la autoexploración de la sensibilidad de los huevos, que fácilmente podemos practicar en casa, pues al fin y al cabo estos son buenos consejos para situaciones de crisis:, pues si lo hacemos nosotros mismos nos ahorramos pasta.
" Hoy cogemos el otro huevo, el huidizo, el que ayer se escapó de la quema y lo primero es que hay que cogerlo bien, pues ya sabemos su tendencia hacia el escapismo. A continuación o metemos en un cazo con agua hirviendo y entonces pueden pasar dos cosas:
Que al meterlo en agua hirviendo, ya de inmediato produzca dolor y esto es importante pues nos dice que la sensibilidad superficial está intacta.
Y si es al revés, lo volvemos a meter en el agua hirviendo y lo mantenemos hasta que el huevo se ponga rojo como un tomate y justo cuando empieza a despellejarse en capas de cebolla, vemos que nos produce un dolor aún más grande, pues tranquilidad porque esto significa que la sensibilidad profunda funciona perfectamente. Entonces los huevos han pasado la ITV del dolor y ya está, hasta el próximo año.
Después lo que hagáis con lo que queda de huevo, es cosa vuestra, pero lo más recomendable es que se meta en agua fría o que te lo pique una gallina, total para lo que te va a valer."

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