A veces
las venas me crecen como raíces de un árbol gigante.
Otras veces mis lágrimas desaparecen
en la primera curva a la izquierda
y en un lugar que se ha quedado olvidado.
A veces
la locura se apodera de mi
y me hace sentir lo que nunca sentí.
No sé si es mejor
estar cuerdo
o estar enloquecido.

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