DE TODO SE APRENDE


De todo se aprende,
hasta en el mismo infierno
se aprende y a la vez, se desaprende.
De los golpes bajos,
también se puede aprender.
Y de las puñaladas traperas por la espalda
puedes extraer grandes lecciones
y es de ahí...
de donde más he aprendido
y por eso os puedo asegurar
que no volveré a dar la espalda a nadie.

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JULIO CORTÁZAR