Tengo espinas clavadas
en el mismo centro de mi paladar blando
al lado de las amígdalas
y muy cerca de la úvula palatina.
Tengo historias
difíciles de ser contadas
y tengo cuentos con hadas y elfos
y monstruos que se comen al que va de bueno
porque en realidad,
el bueno se ha disfrazado de niño soldado.
Tengo pastillas de todos los colores y sabores
que te pueden volver locamente cuerdo
yo tengo que decir...
que yo lo estuve
estuve a la vez, loco y cuerdo
y no creo que fuera por las pastillas
pero cuando no sabes a quién echarle la culpa
lo más sencillo y eficaz
es culpar a quién te las ha recetado.

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