Generalizar es fácil, generalizar es lo más sencillo del mundo, pues generalizando te ahorras ir poniendo matices y en discretar de las pequeñas diferencias que nos va ofreciendo la vida. Yo me acuerdo de que hace ya mucho tiempo, tuve una novia que le gustaba generalizarlo todo y los tíos sois así y asado y las tías en cambio somos la repera en salsa vinagreta y los de ciudad sois unos finolis y en cambio, nosotros los del campo (ella es de aldea pequeñita perdida en medio del campo) somos genuinos y de tan genuinos que eran, pues eran bastante guarretes (eso llegué a pensar yo para mis adentros). Yo aluciné aquél día que de buena mañana y en Santiago de Compostela (Galicia), hubo una manifestación de trabajadores del campo, de los que trabajaban para otros y de los trabajadores del campo que a la vez eran pequeños empresarios y trabajaban para sí mismo.
Y decidieron manifestarse llevando cientos de vacas por las calles de Santiago y dejaron las calles llenas de bosta de vaca o lo que es lo mismo, llena de cagadas de vaca humeantes y aún calientes y claro, todo ésta mierda estaba acompañada de su aroma, aroma de esencia de mierda de vaca. ¡Menudo asco!, dije yo, que soy de ciudad y por tanto soy muy finolis y ella (mi novia de aquellas) me contestó, que le encantaba aquel olor celestial a mierda de vaca y que los de ciudad no entendemos del campo, ni de sus olores. Yo sinceramente no sabía si me estaba vacilando, pues aquel olor a mierda acumulada, no creía que lo pudiera soportar nadie. Más tarde pensé que lo que debí haber hecho fue llevarla a un basurero todo repleto de mierda y plástico y que así oliera el olor tan fino que hay en los basureros de algunas ciudades o darle un paseo por las cloacas y así que sintiera la auténtica esencia del alcantarillado de las urbes.
Pude hacer tantas cosas y no hice ninguna, pues en el fondo pensé: ésta sólo lo hace por joder y no le dí más importancia. Pero como veis no fue así, pues aquello me dejó impactado y perplejo y por eso aún hoy en día me sigo acordando. Que romanticismo destilaba ella y yo ya me veía follando entre vacas cagando, pues llegué a pensar que esa imagen le excitaba la líbido y también la vena literaria. No sé que colonia usará ahora, antes no usaba y a lo mejor tiene un tarro de esencia de mierda de vaca, ¡joder!, lo que me he perdido desde que nos dejamos, ese olor tan divino y tan de campo.

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