Unos nacen sabidos.
Otros en cambio,
nacen tristes y compungidos
o alegres de risa floja
y hasta los hay que nacen,
tocapelotas...
Pero a mí me ha tocado
ser un espíritu libre pero contradictorio
o ser un tío, veleta
porque en definitiva
todo lo que hay en mí
depende de donde venga el viento.

No hay comentarios:
Publicar un comentario