Yo que un día te quise siempre,
me encontré de repente,
que te quise tan solo ese día.
Pero ese día... ¡te quise tanto!
que mi mandíbula desde ese instante,
se quedó cerrada a cal y canto.
Pero ese día... ¡te quise tanto!
que mi mandíbula desde ese instante,
que te quise tan solo ese día.
Pero ese día... ¡te quise tanto!
que mi mandíbula desde ese día,
Pero ese día... ¡te quise tanto!
que mi mandíbula desde ese día,
se quedó cerrada a cal y canto.

No hay comentarios:
Publicar un comentario