Que pena me da ver siete o diez cestas llenas de setas y hasta los topes. Y bueno, uno piensa ¿qué se puede hacer con diez cestas repletas de setas?. Pues mal venderlas y porque por libre, está prohibido venderlas legalmente (se venden libres de impuestos) o simplemente dejar que se pudran en el fondo de uno de los cestos o yo que sé lo que harán con semejantes cantidades...pero la pose de estos "señores cazadores de setas" me recuerda a aquella vieja y asquerosa foto donde aparecía nuestro (el vuestro, no el mío) rey emérito al lado de un elefantito que se acababa de cargar. Qué ya sé que no es lo mismo...pero es que tanta abundancia de setas y porque sí...me da más pena que gloria. Yo soy de los que prefiero menos pero con más sustancia y menos esquilmar los montes de agradecidas setas.
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