Los demonios van por dentro,
muy adentro
mucho más adentro que lo demás.
Las quejas no,
las quejas van por fuera
y a veces, hasta gritan y vociferan...
pero cuando un demonio se queja,
y después del grito vendrá un silencio aterrador
y entonces es cuando me doy cuenta
que siempre dolerá más, el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario