Seguimos remando y remando remando no sé hasta donde llegaremos, pero seguro que muy lejos.. Mi base es sólida y es optimista y por mucho que he querido ser más cenizo y más negativo, los genes son los que mandan y en ellos pone, que venga que para delante, siempre para delante y pase lo que pase. Tropiezos tenemos todos y contra obstáculos que a veces nos parecen insalvables, pero si uno se coge una pausa y analiza de donde ha venido y a la vez se pone a observar que el obstáculo que tiene delante de sus putas narices, tiene que tener fisuras (y porque fisuras, todos tenemos), pues es cuestión de buscar el punto más débil de semejante mole, que parece de dureza granítica, pero yo he visto como inmensas piedras con la dureza del hierro, se deshacían delante de mí, con un golpe seco y certero. Pues eso, que todos tenemos nuestros puntos débiles.
Yo veo el día de hoy: como se ha despertado, como ha transcurrido, como llegó la tarde y como se hizo la noche y puedo sacar en conclusión, que ha sido un día alucinante. A tanto no llego, porque físicamente estoy jodido y es que sigo cabalgando sobre una hermosa sinusitis que me trae de cabeza y nunca mejor dicho, mi cabeza parece una bomba a punto de petar. Pero si no fuera por eso, no tendría objeción en declarar al día de hoy, como otro día donde impera lo positivo. Y una cosa vaya por delante, a mí no me ha enseñado nadie a ser positivo y porque eso es innato y se nace con él. Aunque hay una parte que se adquiere por el camino, pero yo esa parte la aprendí a base de hostias y entonces la pregunta del millón es, ¿porqué a base de tantos malos rollos que tuve en mi infancia, como conseguí situarme en el lado bueno de la película?.
Es un puto misterio aún sin resolver. Podía estar hundido y hasta las cejas y no lo estoy. Podía estar deprimido y arrastrando por la vida a mi pobre y viejo cuerpo y en cambio, voy saltando los charcos. Podía haber salido un niño agresivo y en parte y hasta una época sí lo fuí, pero lo fuí en defensa propia y porque de aquellas, si no aprendías a defenderte a base de hostias, te cambiaban la cara y el rostro. Yo salía del cole y tenía de 4 a 6 hijos de puta esperándome y para forrarme de hostias y todo por un mal entendido en que mi madre fue la protagonista. Mi madre, siempre mi madre metida por el medio. Si llegaba a casa marcado de arañazos y golpes, mi madre me pegaba un poco más y por no saber defenderme. Y si llegaba todo ufano por romperle la cara a uno de esos 4 o 6, mi madre me daba otro repaso y porque me había excedido.

No hay comentarios:
Publicar un comentario