Pues hoy pensé en ellos y todo porque me comí tres ciruelas después de comer y me entraron unas ganas de cagar inmensas. Y cagué y me sentí feliz con mi existencia y de nuevo pensé, en que si no me estaría pasando algo, algo que me esté haciendo funcionar en plan automático. Antes me podía comer 50 ciruelas y mis intestinos seguían el mismo ritmo. La verdad es que ahora duermo como un oso hibernado, doy dos vueltas en la cama y sin más, empieza mi sesión de ronquidos. Puede que me esté volviendo más primario y si quiero comer, pues como y si quiero cagar, pues cago y sólo me falta controlar mejor mis tiempos de reflexión.
Una hora al día de reflexión reflexiva. Dos horas para la escritura, media hora para cagar y 8 horas para sobar. No sé, como siga así me voy a convertir en un cuadrado de mente o en un nazi vital. Bueno yo digo esto, sabiendo que nunca lo cumpliré, pues era que lo me faltaba y ahora saco la picha a las 9 en punto y porque tengo que mear o me siento en el water o me pongo en pelotas en la cama esperando a que llegue ella y da igual quién sea ella. Así de sencillo y así de fácil. Pero he comprobado y he constatado con mi propia experiencia, que ella nunca llegará.

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