Hay un momento en que todo se rompe.
Hay un momento en que todo hace ¡plaf!
y adiós a la mediocridad del flotar,
y adiós... al volver atrás.
Hay algo que explota sin dinamita
y sin mecha,
destruye los puentes que nos unían,
y rompe los hilos que nos podían salvar.
Explota y nada más,
explota...
y nos veremos en el juicio final.

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