ENTERO Y VALIENTE


Todo, absolutamente todo está escrito dentro de nuestra cabeza. Lo difícil es saber interpretar lo que todas esas palabras nos dicen, en que idioma hablan, cual es su léxico, que frase va antes o después de la otra, cual es su abecedario, que reglas siguen o si siguen alguna. Vamos a ver, yo en una noche clara y despejada veo hacia el cielo y contemplo la luna y millones de estrellas más y todo parece caótico y sin sentido, pero el mismo paisaje visto desde otro universo o desde otra dimensión, podemos descubrir que en realidad todo tiene su orden natural y una estrella fugaz hace alarde de su fugacidad porque a esa hora y en ese mismo momento, estaba escrito que así iba a pasar. Que nadie piense en la casualidad del mismo momento en el mismo espacio tiempo y porque si se da esa coincidencia es porque hace mucho tiempo que así estaba pensado que pasara. He coincidido contigo, pues no. Estaba escrito que yo iba a pasar por allí y que tú en ese mismo momento ibas a cruzar esa calle. No hay coincidencia si las dos personas no quieren que la haya y porque siempre tienes un instante anterior en donde has podido cambiar de idea y entonces, no hubieras cruzado la calle y seguirías por la misma acera. Hasta hay veces, donde los dos nos vemos y uno de los dos ve al otro y como si fueras trnsparente y traslúcido, esa persona ni te saluda. Es que no te había visto, te dirá más adelante. Es que no quisiste ni verme, te diría yo. Y esto ¿como se podría definir?, como mala coincidencia o si te hubiera visto me hubiera parado (mentira).

Y todo esto visto desde otro lado, tiene otro sentido. Porque a base de insistir se puede crear esa coincidencia. Es decir, si yo sé que pasas muchas veces por esa determinada calle y tengo mucho interés en crear esa coincidencia, pues me pasaré varias veces al día y a distinta hora, por esa misma calle. Y ya tenemos la coincidencia hecha. Porque llegará el momento en que se quiera o no se quiera, vamos a tener que coincidir. Claro que ya sé, que se puede entrar en un terreno pantanoso y de tanto insistir en ir por esa misma calle y en busca de la coincidencia, quizá se pueda interpretar como una forma de acoso o de vigilancia extrema hacia una persona. A veces el límite entre una cosa y la otra, está un tanto difuminado y hasta puedes entasr en el tema paranoico y obsesivo. De todas formas, a mi nunca me dió por hacer ese movimento de forma continuada y porque a la segunda vez que lo hacía, me sentía como un espía medio lunático que iba detrás de una de sus presas. Respeto, ante todo. Respeto a la vida del otro, respeto a que tenga su terreno y respeto a que si me considera transparente, es que lo seré para él.

Lo obsesivo, no me gusta. Además las veces en que quedé atrapado por lo obsesivo, lo pasé tan mal, que me juré y por mis muertos, que nunca me volvería a obsesionar con nada ni con nadie. Bueno, ahora mi obsesión es seguir viviendo y a pesar de que a veces tenga que arrastrar mi viejo cuerpo por los lodazales de la vida. Vivir, que fácil es de decir y que difícil es de cumplir. Ahora en éste mismo instante, me siento un guerrero diezmado por el paso de los años. Pero el orgullo es más fuerte que yo y eso me hace levantarme cada día y seguir luchando por mantener mi entereza. Entero y valiente, me gusto más.































No hay comentarios:

Publicar un comentario

YO HE SIDO MUCHAS COSAS Y A LA VEZ Y AL MISMO TIEMPO

Aquí estamos de nuevo, buscando cosas, rebuscando en otras, removiendo pasados y no dando un punto a ningún remordimiento. Le hecho hecho es...