DANA, DANA

 Hoy ya cayeron rayos y truenos del cielo y agua a mansalva y viento a pecho descubierto. Le llaman, Dana. Pero tal como vino se acabó hiendo, aunque anuncian que vendrán más entre hoy y mañana. A mín dame igual, como dicen na miña terra galega. Yo estoy bajo techo y tejado y si estuviera en medio de un monte y con el equipo adecuado, una sierra, un hacha, una estufa de leña desmontable, un saco de dormir y una tienda de campaña, haría como esos tipos (suelen tipos y no tipas) que hacen vídeos de supervivencia en medio de un monte y lloviendo o nevando a cubos. Me hace gracia, como casi siempre llevan un perro al lado, al que no le hacen ni puñetero caso. Ellos van andando a través de un frondoso bosque y donde menos te lo esperas salta la liebre y así eligen el lugar que les parece el más adecuado para montar su chiringuito. Y contra viento y marea, lo montan igual, nieve, llueva o caigan témpanos del cielo. Algunos se ponen a cortar madera como locos enfurecidos y hacen montones y montones de leña que dejarán a buen recaudo. Excavan si tienen que cavar y usando una pala de mierda y para dar más emoción a quié se pueda emocionar con ello, barren adecudamente el lugar y sitio donde van a pernoctar. Sacan cosas y más cosas de su mochila y entre ellas se encuentra esa estufa de leña desmontable que les calentará en esa gélida noche. Montan su tienda de campaña o montan su cabaña con piedras y madera recién cortada.

La cama, oh¡ la cama tiene un base de duros palos y que yo con sólo ver esa imagen me destroza mi delicada espalda de viejo. Pero ellos son hombres rudos que apenas sienten las inclemencias del tiempo y de la naturaleza. Son hombres criados en la cima de una montaña, sus entrañas son de duro acero y su piel es de piedra dura. Después viene el coñazo de como se hacen su cena o su comida y se hace coñazo porque se creen master chef cocinando en medio de la montaña o de la estepa siberiana.

Lo más curioso del tema, es que pueden permanecer quietos y sosegados y así disfrutar del delicioso paisaje que les rodea y cuando de vez en cuando se sientan no saben que hacer y porque se aburren y porque en definitiva les importa una mierda la hermosura de ese paisaje. Como antes dije, son hombres rudos que intentan parecer que son tiernos y que lo son sólo con el perro que siempre les acompaña. La nieve y la lluvia a raudales son sus estímulos principales. Su cabaña o cueva o agujero cavado en la tierra, es para que nos sintamos empáticos y solidarios con estos seres que parecen ser más alienígicas que seres humanos.


























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