ENTRE TÚ Y YO


 Entre tú y yo, quedó la nada

el marrón de tus ojos se hizo lodo

el verde de los míos se hizo olivo

y el aire  fresco y agradable se hizo niebla

y aquella unión entre dos cuerpos amables 

se convirtió en arena del  desierto.

La nada fue nuestra herencia,

y por tanto, fue nuestra consecuencia.













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JULIO CORTÁZAR