MI PADRE


 Mi padre

apenas me decía nada.

Era arena y desierto.

Cuatro palabras bastaban

y cinco, eran demasiadas.

Mi padre murió un día

y no sé si murió de pena

o porque le reventaron las venas.

Mi padre murió en el baño,

dijeron que fulminado por un infarto.

Mi padre llevaba años buscando la muerte

y un día y como si fuera otro día cualquiera,

la muerte le visitó

y le partió su corazón de cristal

en mil pedazos.

















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JULIO CORTÁZAR